Vivíamos en un castillo de azúcar era maravilloso brincar entre bombones y despertar envuelta en chocolates, dormir con un beso de ella y salir a pasear tomando su mano, aprendiendo que la bicicleta se maneja así y que el ir de compras con él era el sueño de toda niña, estirar la mano y solo recibir, asistir a fiestas como si todo fuera feliz, encontrar su fuerza cuando mil veces me caí, ¿Dónde esta esa magia en la que yo creí? Gracias a él busque lo que hasta ahora creo que encontré, no se en que superficie estoy parada no se realmente si quiero seguir de pie, ¿Cómo haces cuando todo aquello en lo que creíste deja de existir? Dejas de tener una esfera que te cubre y da frío mucho frío, quiero correr pero no se en que dirección. Ella parece tener mas fuerza que yo es lo que me deja ver su expresión lo que su labios pronuncian a mi consuelo –no hay porque llorar todo saldrá mejor- pasa esto justo cuando yo encontré al amor.
Quiero decirte que gracias a ti me aferre a una esperanza que al final a resultado ser lo que hasta ahora espere, porque tus palabras me ayudaron pero ahora no se si en ellas creer por que al final todo lo que dijiste fue una mentira, ¿como creer en alguien más, cuando tú siendo mi progenitor me ha mentido? Podría resistir el dolor que viene del alguien del exterior pero y ¿si la herida viene por dentro? Tú me prometiste que jamás me harías daño y mírate hoy lo que estas haciendo, quisiera no juzgarte pues somos humanos pero más que no querer juzgarte quisiera tener esa capacidad de no sentir ya más, ni amor ni dolor ni desesperación. Eran entonces las 3:10 y juntas en los escalones del patio trasero hablamos y ella dijo que las cosas pasan por que tienen que pasar y en corazones ajenos jamás podrás mandar, cuando amas a alguien nunca lo vallas a lastimar y si esa persona te ama no la dejes de valorar, no dejes de creer que ese sentimiento es realidad; pero si esa persona no te ama eso jamás lo podrás forzar, a lo que yo respondí – mamá yo me enamore-. Ahora solo espero que el destino no me juegue mal.